"Haz, Señor —reza san Hilario, con gran
inspiración— que me mantenga siempre fiel a lo que profesé en el símbolo de mi
regeneración, cuando fui bautizado en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu
Santo. Que te adore, Padre nuestro, y juntamente contigo a tu Hijo; que sea
merecedor de tu Espíritu Santo, que procede de ti a través de tu Unigénito.
Amén" (De Trinitate 12, 57)".
Extracto de: Catequesis sobre los Padres de la Iglesia - San Hilario de Poitiers (10.X.07)
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