"Aparentemente su existencia se podría
considerar una derrota, pero precisamente en su martirio resplandece el fulgor
del amor que vence las tinieblas del egoísmo y del odio. A san Maximiliano Kolbe
se le atribuyen las siguientes palabras que habría pronunciado en el pleno furor
de la persecución nazi: "El odio no es una fuerza creativa: lo es sólo el
amor". El generoso ofrecimiento que hizo de sí en cambio de un compañero de
prisión, ofrecimiento que culminó con la muerte en el búnker del hambre, el 14
de agosto de 1941, fue una prueba heroica de amor".
Audiencias
Ángelus
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