San Ignacio "nos invita a todos a una síntesis progresiva entre configuración con Cristo (unión con él, vida en él) y entrega su Iglesia (unidad con el obispo, servicio generoso a la comunidad y al mundo). Es decir, hay que llegar a una síntesis entre comunión de la Iglesia en su interior y misión-proclamación del Evangelio a los demás, hasta que una dimensión hable a través de la otra, y los creyentes estén cada vez más "en posesión del espíritu indiviso, que es Jesucristo mismo" (Carta a los cristianos de Magnesia, XV).
Extracto de la catequesis de Benedicto XVI sobre San Ignacio de Antioquía (14-III-2007)