"Al igual que el apóstol san Juan, el obispo san Ambrosio —que nunca se cansaba 
de repetir:  "Omnia Christus est nobis", "Cristo lo es todo para 
nosotros"— es un auténtico testigo del Señor. Con sus mismas palabras, llenas de 
amor a Jesús, concluimos así nuestra catequesis:  "Cristo lo es todo para 
nosotros. Si quieres curar una herida, él es el médico; si estás ardiendo de 
fiebre, él es la fuente; si estás oprimido por la injusticia, él es la justicia; 
si tienes necesidad de ayuda, él es la fuerza; si tienes miedo a la muerte, él 
es la vida; si deseas el cielo, él es el camino; si estás en las tinieblas, él 
es la luz. (...) Gustad y ved qué bueno es el Señor. Bienaventurado el hombre 
que espera en él" (De virginitate 16, 99). También nosotros esperamos en 
Cristo. Así seremos bienaventurados y viviremos en la paz."
Extracto de: Catequesis sobre San
 Ambrosio (24.X.07)

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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