Texto
22 Entonces los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron elegir a algunos de ellos para mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas llamado Barsabás y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, 23 y enviaron por medio de ellos esta carta:
«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia provenientes de la gentilidad. 24 Habiéndonos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alborotado con sus palabras, desconcertando vuestros ánimos, 25 hemos decidido, por unanimidad, elegir a algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, 26 hombres que han entregado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Os mandamos, pues, a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: 28 Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: 29 que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de uniones ilegítimas. Haréis bien en apartaros de todo esto. Saludos».
«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia provenientes de la gentilidad. 24 Habiéndonos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alborotado con sus palabras, desconcertando vuestros ánimos, 25 hemos decidido, por unanimidad, elegir a algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, 26 hombres que han entregado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. 27 Os mandamos, pues, a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: 28 Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: 29 que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de uniones ilegítimas. Haréis bien en apartaros de todo esto. Saludos».
Liturgia
- Hch 15, 1-2. 22-29: VI Domingo Pascua C
Comentarios
El "método" de la Iglesia (15, 22-29)
Fuente: Homilía, 13 de mayo de 2007
El "Concilio de Jerusalén" afrontó la cuestión de si a los paganos convertidos al cristianismo se les debería imponer la observancia de la ley mosaica. El texto, dejando de lado la discusión entre "los Apóstoles y los ancianos" (Hch 15, 4-21), refiere la decisión final, que se pone por escrito en una carta y se encomienda a dos delegados, a fin de que la entreguen a la comunidad de Antioquía (cf. Hch 15, 22-29).
Esta página de los Hechos de los Apóstoles es muy apropiada para nosotros, que hemos venido aquí para una reunión eclesial. Nos habla del sentido del discernimiento comunitario en torno a los grandes problemas que la Iglesia encuentra a lo largo de su camino y que son aclarados por los "Apóstoles" y por los "ancianos" con la luz del Espíritu Santo, el cual, como nos narra el evangelio de hoy, recuerda la enseñanza de Jesucristo (cf. Jn 14, 26) y así ayuda a la comunidad cristiana a caminar en la caridad hacia la verdad plena (cf. Jn 16, 13). Los jefes de la Iglesia discuten y se confrontan, pero siempre con una actitud de religiosa escucha de la palabra de Cristo en el Espíritu Santo. Por eso, al final pueden afirmar: "Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros..." (Hch 15, 28).
Este es el "método" con que actuamos en la Iglesia, tanto en las pequeñas asambleas como en las grandes. No es sólo una cuestión de modo de proceder; es el resultado de la misma naturaleza de la Iglesia, misterio de comunión con Cristo en el Espíritu Santo.
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